Reto Semanal Módulo 4 EEPF

 

¿Qué podemos hacer cada una de las personas, desde nuestra posición como empleadas o empleados públicos, para impulsar la igualdad de trato y no discriminación?

Esta pregunta tiene un sinfín de respuestas y de enfoques, pero me gustaría centrarme en la gestión de la diversidad en el ámbito del colectivo LGTBI+. Desde la perspectiva de empresas y administraciones públicas, tenemos, entre otra legislación, la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.  Normativa que lleva años siendo demandada por los miembros del colectivo. Todos hemos visto múltiples artículos al respecto, pero en muy pocas ocasiones se habla acerca de qué podemos hacer a nivel individual como empleados públicos, como compañeros de trabajo, etc. Me gustaría compartir con vosotros aquellas actuaciones que todos podemos hacer, tanto en la atención al ciudadano como en el trato con nuestros compañeros de trabajo:

-          Como empleados públicos, considero que lo primero que debemos hacer es formarnos adecuadamente en la materia. Aun a día de hoy, conozco compañeros que, por su edad y la época la que se criaron, desconocen las diferencias entre una persona lesbiana, gay, bisexual trans y otros. Conocer los conceptos, las particularidades y, sobre todo, los retos a los que se enfrentan estos colectivos en su día a día en al ámbito laboral es clave para crear sensibilización y empatía.

-          Utilizar lenguaje inclusivo. Usar las palabras de forma respetuosa e inclusiva. Ante la duda, podemos preguntar a esa persona, bien sea un compañero o un usuario de nuestro servicio, cómo quieren que se refieran a su persona. Seguramente nos agradezca esa muestra de respeto. Además, los mismos protocolos de atención al público deberían contener unas indicaciones breves al respecto.

-          Evitar rumores. Si un rumor llega a nosotros, no compartirlo y que termine en ese instante.

-          Respetar los tiempos y la privacidad de cada persona. Es inevitable interactuar con nuestros compañeros y compartir cosas de nuestro día a día, pero para todos no es tan fácil hablar de su vida privada. Si notamos que una persona no es receptiva a participar en la conversación, mejor no forzarla. Hay personas que respetan mucho su privacidad y hay otras, a parte del colectivo LGTBI+, a los que, por no pertenecer a modelos de familia tradicionales, prefieren no hablar del tema.   

-          Acudir a celebraciones de días importantes para el colectivo si nuestra administración organiza algún evento, para mostrar nuestro apoyo.

-          Mediante la negociación colectiva, apoyar la inclusión en convenios cláusulas de diversidad.

-          Si somos conocedores de que se está dando alguna situación discriminatoria, comunicarlo a los Servicios de Inspección o al que corresponda según la Administración.

-          Ser proactivos. Si detectamos posibles mejores en los protocolos de las administraciones, aportar sugerencias.

-          Creo que es muy importante que existan protocolos concretos para aquellos que realicen cambio de sexo o de nombre en su documentación. Además, deberían tener prioridad para que regularicen la circunstancia que proceda lo antes posible. Dilatar estos procedimientos genera una especie de “limbo” administrativo que puede ocasionar inseguridad y estrés.

Aunque la mayoría de estas acciones son fácilmente aplicables en nuestro día a día y complementan las políticas que apliquen las administraciones en las que trabajamos, es interesante reflexionar en aquellas pequeñas cosas que podemos hacer en el día a día.

 

 

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